viernes, 2 de mayo de 2008

Origen del kalimotxo

Lo primero, el kalimotxo se escribe con K y TX, no seas tonto y lo hagas con C y CH, o macarrilla de medio palo con K y CH... No es por ser borde pero si no es KALIMOTXO, no es nada. La acepción "Calimotxo" también es válida, pero no del todo correcta.


El origen de la popularización mundial del kalimotxo se remonta a las fiestas del Puerto Viejo de Algorta (Bizkaia), la txozna de la Comisión recibió una partida de 2000 litros de vino tinto que estaba agrio. Cuando aparecieron los incorruptibles y sabios txikiteros, al pegar el primer trago ponían cara de donostiarra, pagaban y se iban. Preguntados por la razón de aquellas muecas, sentenciaron a coro: "¡Está picao!". Ante tal situación, no tuvieron más remedio que, tal y como aconsejaron los "poteadores", disimularlo como sea y mezclarlo con otra cosa ya que de no hacerlo, no iban a vender ni un "txikito". Y se recurrió a lo más sencillo, a añadirle al morapio lo que más a mano tenían, que no era otra cosa que refresco de cola. Qué decir que la mezcla gozó de una enorme popularidad desde el momento mismo de su comercialización a gran escala durante aquellas jaiak.


El bautizo del nuevo invento con el nombre universal de "kalimotxo" tiene un día D y una hora H. El sábado 12 de Agosto de 1972 a las cinco de la tarde, mientras los miembros de la txozna mezclaban el brebaje, entró un tipo muy feo al que llamaban Kalimero y alguien le dijo, con mucha fortuna pero sin nada de tacto: "ostitxe, Kali, asko motxoa zara!" (Ostias, Kali, ¡eres muy feo!). Y ahí se inició la leyenda, de Kali y motxo, del vino peleón y la Coca Cola, surjió el kalimotxo, con K y TX.


Pero esta bebida realmente no nació con aquella mala compra en la Algorta del los primeros años de la década de los 70. NO! Como todas las grandes cosas de esta vida, se inventó mucho antes en Bilbao, lo que pasa que con otro nombre: "Rioja Libre", lógicamente debido a su imaginativa mezla de tintorro con algún tipo de brebaje de cola (probablemente Coca Cola, aunque los historiadores no se atreven a confirmar este extremo, de lo que se está seguro es de que no era Pepsi). Desde los años sesenta se servía en el bar Serantes, que era una tasca con barra a la derecha, en la calle Licenciado Poza de Bilbao. Hoy es un restaurante, también llamado Serantes, que da lustre gastronómico a la Muy Noble y Muy Leal Villa de Bilbao (qué pasa, yo soy de aquí). Así que guste a quien guste, el invento es de Bilbao.


La receta original ha sufrido muy poca evolución, desde aquellos tiempos se usó la proporción 50-50. Debido al éxito de la mezcla, jamás se ha usado con buen vino, ni siquiera en su noble origen bilbaíno. Con los años se ha estandarizado a una botella de 2 litros de Coca Cola y 2 cartones del popular vino Don Simón, siempre en la versión tinto. Aunque en mi modesta opinión, dejando bien claro que es la Coca Cola y no otra la bebida espumosa que se necesita, el vino ha de ser el segundo más barato que se encuentre, y siempre (repito: siempre) en embase de tetra brik, salvo que evidentemente no quede otra alternativa (NOTA: nunca con Pepsi por favor).



Un aspecto que actualmente relanza al kalimotxo como bebida favorita de la txabalería, es el hecho que, aun siendo una bebida popular y reivindicativa, legalmente se escapa de la ley antibotellón. El vino, al ser una bebida profundamente introducida en la cultura estatal, no hay gobierno que se haya atrevido a prohibirla en las calles, de ahí la tan loable frase del no tan loable político Mariano Rajoy: "¡Viva el vino!", quien lo iba a decir... pero fuera de ideas políticas, estoy con él a muerte en este asunto.


Así pues el kalimotxo, por encima incluso de la birra, se ha erigido como la bebida oficiosa de eventos tan representativos como la imprescindible Aste Nagusia de Bilbao, el próximo festival Viña Rock de Viñarrobledo, los entrañables conciertos de la Complutense en Madrid, los internacionales Sanfermines, el reivindicativo San Canuto, ... por no mencionar las numerosísimas fiestas populares a lo largo y ancho de la península. ¿Quién no ha llegao a casa manchao de kalimotxo al menos una vez en su vida? Digo una por no decir docenas...


De todas maneras, surgiera de donde surgiera, está más que claro que el kalimotxo es ya una bebida universal destinada a la alegría popular: lo bebe el punki lo bebe el pijo, lo bebe el padre lo bebe el hijo. Si quieres saber más, existen dos libros que intentan aclarar la verdadera historia, el que tiene pinta de ser más aburrido que ir a misa los domingos, "El invento del kalimotxo y anécdotas de las fiestas" y el que editó en 2001 la konpartsa algorteña de Antzarrak, "La verdadera historia del kalimotxo", del que no he encontrado una versión online pero del que al menos puedes leer el prólogo.


Salud y buen provecho!




3 comentarios:

Anónimo dijo...

jodidamente bueno xD

soy un bilbaíno de pura cepa y como tal, estoy orgulloso de todos nuestros inventos


viva el kalimotxo

Sombra de Luna dijo...

Jajaja, fijate, y yo sin saber la historia del kalimotxo!
beng, agur!!

Anónimo dijo...

Jajaja, muy bueno el articulo. Mirad que video han este año nlos de kukuxmuxu, un descojone!!!

http://es.youtube.com/watch?v=d_U4UMkW1xo